Este es el primer servicio al que recurrirá Vall d’Hebron si hay una segunda oleada

El hospital convierte en Unidad de Semicríticos un espacio que estaba abandonado antes de la pandemia

Sus 24 camas estarían rápidamente habilitadas ante un posible aumento de ingresos de pacientes graves

 

El Hospital Vall d’Hebron de Barcelona acaba de inaugurar una nueva Unidad de Semicríticos que será el primer recurso del que echarán mano en caso de que comiencen a aumentar los ingresos por covid-19. El coronavirus ha cambiado también la propia organización hospitalaria. Antes de la pandemia, esta unidad estaba abandonada y no se hacía uso de ella. Pero el covid-19 obligó a reconvertirla en una unidad de cuidados intensivos (uci). Ahora es un espacio donde hay pacientes con dolencias que nada tienen que ver con el virus y que se encuentran en un estado intermedio entre la uci y la hospitalización en planta. Pero, por si hubiera un considerable aumento de contagiados, la unidad está dotada de la tecnología necesaria para convertirse en una uci para enfermos con coronavirus en tan solo unas pocas horas.

“Ahora mismo estamos muy lejos de una situación preocupante”, señala Ricard Ferrer, jefe de Medicina Intensiva de Vall d’Hebron. El fin de semana pasado, en la uci del hospital ingresaron tres pacientes. En las últimas 24 horas, ninguno. En los momentos más intensos de la pandemia, llegó a haber 180 en las ucis y unos 700 en todo el hospital. “Si el covid-19 continúa evolucionando, puede ser que sí aumenten los ingresos en ucis”, precisa. En caso de que eso suceda, Vall d’Hebron desplegará, como primer recurso, las 24 camas de la Unidad de Semicríticos.

Durante los peores momentos de la pandemia, la Unidad de Semicríticos se transformó en uci y se puso al servicio de los pacientes más graves. Hoy está dedicada a enfermos semicríticos de los servicios de Neumología y Aparato Digestivo. Son pacientes que están graves, pero que no requieren terapia activa de soporte vital. En la unidad se les hace una vigilancia continua monitorizada y una evaluación médica frecuente. “España tiene unas nueve camas de críticos por cada 100.000 habitantes. Deberíamos tener 12 aproximadamente. Alemania y Estados Unidos tienen 30 por cada 100.000 habitantes”, dice Ferrer.

“Esta unidad era una demanda asistencial de Vall d’Hebron. Es multidisciplinar: cuenta con los servicios de Medicina Intensiva, Neumología y Aparato digestivo. Ahora mismo tenemos a 12 pacientes ingresados”, explica por su parte Oriol Roca, coordinador de la Unidad de Semicríticos. “Si se tuviera que reconvertir en espacio covid-19, solo sería necesario aumentar la dotación de personal”, señala. La nueva unidad, ubicada en la quinta planta del Hospital General de Vall d’Hebron, permite ganar agilidad y flexibilidad para dar respuesta a las necesidades actuales de los pacientes críticos en el contexto de la pandemia por covid-19.

Vall d’Hebron es el hospital de Catalunya que más pacientes ha atendido por coronavirus durante esta pandemia. Ya se han atendido más de 3.300 enfermos, de los cuales más de 350 han sido críticos. En el pico más elevado de la pandemia había ingresados más de 700 pacientes, 180 de los cuales eran pacientes críticos. Antes de la pandemia, Vall d’Hebron disponía de una uci de 56 camas. En pocos días, se habilitaron 222 camas de críticos, de las cuales se llegaron a ocupar más de 180. Además, el Plan de contingencia de Vall d’Hebron contemplaba habilitar hasta 350 camas de uci.

Una hemorragia digestiva
Marc Grañó, de 34 años, es uno de los pacientes que está en la nueva Unidad de Semicríticos de Vall d’Hebron. Se encuentra ahí desde el 11 de julio por una hemorragia digestiva y ya le han hecho tres endoscopias. “Estaré aquí, como mínimo, hasta el viernes. Después espero pasar a planta”, cuenta Grañó. Sufrió una serie de úlceras que le provocaron la hemorragia. “Todo se complicó”. Su mujer va a verlo tres días a la semana, como está establecido en el protocolo de restricción de visitas por el covid-19.

“Nos preocupan los rebrotes”, señala, a su lado, la enfemera María José Sala. “Aún no nos hemos recompuesto”.

Fuente: EL PERIÓDICO