Cinco consejos para elegir la cama articulada correcta

Disponer de una buena cama articulada puede suponer la diferencia entre tener un buen descanso o tener problemas a la hora de dormir.

 

En especial cuando se trata de personas mayores, con algún tipo de discapacidad o que están pasando un período de convalecencia temporal a las que debemos hacerle las cosas más sencillas y prácticas.

Cuando visitamos una web de camas articuladas eléctricas encontramos un buen número de modelos diferentes, cada uno con sus especificaciones propias, diseñadas para distintas funciones. Por tanto, para poder elegir la cama articulada que más se adapte a nuestras necesidades conviene tener en cuenta una serie de factores que nos den ciertas garantías.

 

1.- Colchón

Sin duda el colchón es una pieza angular de cualquier cama, pero es más importante aún en las articuladas. Deben ser lo suficientemente flexible para poder articularse bien, a la par que ofrecer la dureza apropiada que favorezca el buen posicionamiento del cuerpo durante el descanso.

Por eso debemos prestar atención al tipo de material con el que está fabricado el colchón, como por ejemplo los viscoelásticos que son maleables, pero tienen la firmeza necesaria para las zonas de apoyo. Además, es importante que sean transpirables y que tengan una buena permeabilidad para evitar humedades y mantener una buena higiene.

 

2.- Eléctrica

Como es lógico ya no tiene sentido seguir dándole a la manivela, en la actualidad lo normal es decidirse por las camas articuladas eléctricas, ya que cada vez las baterías son más pequeñas y necesitan menos mantenimiento y por otro lado los motores son más silenciosos y eficaces.

Además, las camas articuladas eléctricas tienen un mando muy sencillo de utilizar que permite a los usuarios colocar la cama en la posición que más les convenga, lo cual a su vez facilita su movilidad.

 

3.- Somier

Estamos hablando de esqueleto de la cama que debe soportar y repartir el peso del usuario equitativamente para asegurar el máximo confort. En este caso debemos tener en cuenta tanto el número como el grosor de las láminas.

Asimismo, es importante fijarnos que no todas las camas se articulan por igual, por lo general suelen tener dos planos de articulación, para la espalda y para los pies. En algunos casos pueden tener más zonas de articulación, en otras únicamente la zona de la espalda.

 

4.- Ruedas o fija

Cuando se trata de elegir entre una cama fija o con ruedas lo principal es saber el tipo de ayudas que pueda necesitar la persona que va a usar la cama. En algunos casos es conveniente poder desplazar la cama para facilitar algunas asistencias.

Para el resto de situaciones puede ser más interesante que tenga las patas comunes que aseguren más estabilidad a la cama, sobre todo a la hora de los traslados.

 

5.- Carro elevador

Es otra opción más a tener en cuenta, se trata de una estructura en la parte inferior que permite elevar o acercar la cama al suelo. Es una ayuda extra que puede ser importante para facilitar la labor de un posible asistente, así como para facilitar que los usuarios puedan sentarse y levantarse de la cama con mayor seguridad.

 

Fuente: MDO