Guía para comprar el mejor colchón: ¿Te mueves mucho? ¿Eres caluroso?

El peso, la temperatura o la postura influyen en el tipo de colchón más idóneo para cada persona.

 

Dormir las horas recomendadas y, además, que estas horas garanticen el descanso eficaz y suficiente es una de las pautas importantes a la hora de llevar a cabo un estilo de vida saludable.

Para ello, hay un elemento fundamental: el colchón. La compra de un buen colchón que garantice un buen descanso es fundamental, sin embargo, a la hora de ir a comprarlo, la oferta es infinita y no siempre se tiene claro cuál es el mejor para cada persona.

Así, estas son algunas de las recomendaciones que hace la Organización de Consumidores y Usuarios, que tienen en cuenta el peso, la postura o la temperatura, entre otros factores.

 

¿Cuál es el colchón que mejor se adapta a ti?

En primer lugar, hay que plantearse la postura en la que cada uno suele dormir. Quien duerme boca arriba, en postura supina y sobre la espalda, debe coger un colchón duro. En cambio, quien duerme de lado debe coger un colchón más blando, que permita hundir un poco el hombro.

Otro factor importante es el peso. Aquellas personas que pesen más, necesitarán un colchón más firme o duro, mientras que las personas de menos peso pueden optar por un colchón más flexible. Lo mismo sucede con las personas que se mueven mucho, que deben elegir un colchón más duro que aquellas que no se muevan tanto.

En caso de pasar demasiado calor en la cama o para aquellas personas que sudan con facilidad, los colchones de muelles pueden ser más recomendables, ya que se ventilan mejor que auqellos modelos de espuma, látex o material viscoelástico, que guardan más el calor.

Por otro lado, también necesita un colchón flexible quien desee una base articulada. Las personas alérgicas al polvo o las personas asmáticas, necesitan uno de espuma o látex con funda lavable.

En cuanto a la firmeza del colchón, este debe ser lo suficientemente duro para sostener bien el cuerpo, pero sin resultar incómodo. La creencia de que los colchones duros son mejores, no es así. Esto va a depender de las preferencias de cada uno y del peso.

Además, debe respetar la curvatura del cuerpo y de la columna vertebral, adaptándose a ella, por lo que no debe ser ni demasiado duro ni demasiado blando. Los colchones muy blandos hacen que la columna vertebral y la espalda no estén bien sujetas, ni al domir boca arriba ni al dormir de lado.

 

¿Qué material escoger para el colchón?

Este factor es fundamental para conseguir un buen colchón que se adapte a cada persona, por lo que la OCU analiza las características de cada uno de los tipos de colchón.

En primer lugar, los colchones de muelles pueden ser independientes, continuos o embolsados. Los dos primeros ofrecen un soporte suficiente y una buena ventilación, por lo que pueden resultar algo frescos. Hay colchones con cara de verano y cara de invierno, más cálida. Los de muelles independientes de 90 x 190 cm, cuesta, de media 200 euros, y los colchones de muelles continuos, unos 350 euros.

Los colchones de espuma de poliuretano se parecen a un “bizcocho” de poliéster o poliuretano lleno de pequeñas celdillas o burbujas de aire, y cubierto por una funda y pueden ser más o menos firmes. Las densidades inferiores a 35kg/m3 solo convienen a las camas para huéspedes ocasionales o niños pequeños. Los de gomaespuma cuestan unos 70 euros y los de espuma de alta densidad rondan los 200 euros.

Los colchones de viscoelástico están hechos de una espuma especial que se amolda al cuerpo bajo los efectos del calor y la presión. Estos interesan, sobre todo, a quienes deban pasar mucho tiempo en la cama, aunque son bastante caros, ya que un un colchón de 90 x 190 cm cuesta unos 800 euros.

Los de látex están hechos de espuma de látex natural (proveniente del árbol del caucho), látex sintético (proveniente del petróleo) y materiales auxiliares usados en distintas proporciones. Ofrecen un sostén bastante firme, pero se adaptan bien a los contornos del cuerpo. Son una buena opción para quienes se mueven mucho por la noche. Su precio varía según se trate de látex sintético, unos 450 euros, o natural, unos 600 euros.

En cuanto a las bases, también es importante elegir la adecuada según el tipo de colchón:

  • Somier de láminas: aptos para cualquier tipo de colchón. Es común y no demasiado cara. Permite una adecuada ventilación del colchón.
  • Tabla tapizada: el más adecuado para colchones de muelles y de espuma. Los fabricantes no recomiendan esta base para colchones de látex.
  • Somier de muelles: todos ofrecen una muy buena ventilación. Son bases aptas para cualquier tipo de colchón y destacan por su gran sensación de suavidad.

 

Fuente: 20 MINUTOS